Celosías: una solución para el cambio climático, las celosías son un diseño ancestral que hoy están usando los arquitectos de todo el mundo para refrescar los edificios y no instalar aires acondicionados como solución al cambio climático.
Éstas son un elemento arquitectónico que consiste en una estructura de piedra, madera o metal, con paneles de vidrio o rejilla, que se utiliza como un elemento decorativo, para proporcionar ventilación, luz y sombra. Su uso está dado desde tiempos antiguos en diferentes culturas y continentes.
En México, las celosías se han empleado durante siglos para crear fachadas únicas, enriquecer estilos y adaptar el entorno a la arquitectura. Esta tradición se remonta al periodo prehispánico, cuando los habitantes de la región construían edificios con celosías para controlar la luz y el calor. Durante la época colonial, las celosías eran un elemento común en la arquitectura, tanto para edificios privados como religiosos. También se utilizaron celosías para crear una separación entre los espacios interiores y el entorno exterior, proporcionando una mayor privacidad a los habitantes. Esto se hizo más evidente en la arquitectura colonial, donde se construyeron murales y patios con celosías. Hoy en día, las celosías se han convertido en un elemento de decoración común en muchas ciudades mexicanas y en el mundo y se están volviendo una necesidad ambiental.
¿Por qué se ha vuelto al uso de las celosías?
Porque el sector de la construcción tiene un gran problema climático. Las emisiones de los edificios alcanzaron su nivel más alto en 2019, lo que representa el 38% de las emisiones globales de CO2. La refrigeración de edificios puede consumir mucha energía, y se espera que la cantidad de unidades de aire acondicionado se triplique con creces en todo el mundo para 2050, consumiendo tanta electricidad como toda India y China en la actualidad.
Al mismo tiempo, las olas de calor son cada vez más largas e intensas en todo el mundo. Ante este desafío, algunos arquitectos se están inspirando en soluciones anteriores, incluida la tradicional celosía como una respuesta ecológica a los problemas de refrigeración y ventilación sostenibles
Las técnicas de refrigeración pasiva y las envolventes de los edificios (que ayudan a separar el interior del edificio del entorno exterior) proporcionan un confort térmico significativo al reducir la temperatura interior, eliminando la necesidad de aire acondicionado, lo que puede generar un ahorro energético de hasta un 70%.
Las celosías no son propias de ninguna región o cultura aunque presenten muchas diferencias el objetivo es el mismo: enfriamiento y control de la luz. Pero hay lugares en el mundo donde la celosía es un arte, como en la India o los países islámicos, donde recibe el nombre de jaali. Ahora, en su búsqueda de soluciones de refrigeración sostenibles, los arquitectos están reviviendo este diseño antiguo para construir edificios cómodos y bajos en carbono.
¿Cómo funciona?
La función de enfriamiento de la celosía se basa en el efecto Venturi de manera similar a una unidad de aire acondicionado. Cuando el aire pasa a través de los agujeros, adquiere velocidad y penetra lejos. Debido a las pequeñas aberturas, el aire se comprime y al liberarse se enfría.
El auge de las modernas técnicas de enfriamiento restringió el uso de la celosía, pero las preocupaciones sobre el calentamiento global están cambiando el enfoque hacia su reactivación. Las formas arquitectónicas tradicionales han demostrado su rendimiento en la lucha contra las condiciones ambientales. Las fachadas perforadas se están volviendo populares a nivel mundial entre los arquitectos que se centran en envolventes sostenibles.
La celosía también ayuda a alcanzar el nivel de iluminación necesario de forma natural, ya que no se requieran luces artificiales durante el día. El grado de perforación varía según las necesidades de iluminación para el confort y la necesidad de disipar la radiación del sol.
Un espacio de un metro entre el edificio y la celosía produce un efecto de cámara sombreada y ventilada. El espacio entre las dos “pieles” actúa como una vía de ventilación.
Los avances tecnológicos han hecho que las celosías sea cada vez más dinámico. A partir de la biomimética, la ciencia del desarrollo de sistemas no biológicos inspirados en la naturaleza, las fachadas dinámicas de la celosía pretenden imitar los métodos de adaptación térmica que se encuentran en la naturaleza. Inspiradas en la textura de la piel humana, estas fachadas ayudan a que los edificios respiren a través de miles de poros.
El diseño se inspira en jaali (celosía india) y su versión en el mundo árabe, mashrabiya, que generalmente usa madera y reduce la cantidad de luz solar directa sobre el edificio en aproximadamente un 20%. Hay mashrabiyas motorizadas que se abren y cierran en respuesta al movimiento del sol para permitir la entrada de luz natural indirecta en el edificio.
La pantalla dinámica se coloca a dos metros del edificio y se programa para responder al movimiento del sol a fin de reducir el resplandor y mejorar la penetración de la luz del día. A medida que el sol se mueve, todo el mashrabi ya se mueve con él para brindar sombra. El diseño ha resultado en un ahorro del 40% en las emisiones de carbono.
Los problemas de la solución
Aunque las celosías están experimentando un renacimiento, hay preocupaciones acerca de si los agujeros en las fachadas protegen a los ocupantes de plagas e insectos. Además, las fachadas móviles o cinéticas a menudo implican procesos de diseño y fabricación que requieren mucho tiempo y son costosas.
El uso de materiales de construcción tradicionales, como el mármol, para la construcción moderna puede no ser viable o rentable, y es posible que un material no se adapte a todos los climas.
La mayoría de las celosías de hoy día están hechos de tableros de fibra de densidad media, hormigón, ladrillos, madera, piedra, PVC o yeso. Las celosías también difieren en su rendimiento en diferentes climas, lo que significa que el diseño de la pantalla deben basarse en las condiciones climáticas: no existe una solución única para todos.
A pesar de estas limitaciones, las celosías ayudan a crear edificios energéticamente eficientes al proporcionar iluminación y ventilación naturales. La técnica tradicional es la clave para crear una arquitectura ambiental y económicamente viable
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