noviembre 21, 2024
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Sustentabilidad, más allá de…

Para los pueblos primitivos la relación de interdependencia con la naturaleza era clara y evidente, por ello la respetaban. La modernidad dejó a un lado esta premisa y la depredación ecológica avanzó de manera acelerada hasta poner en peligro la vida en el planeta.Fue hasta los años sesenta del siglo pasado cuando se reconoció la alarmante situación. Apenas en mil novecientos setenta y dos se celebró la primera conferencia mundial sobre el medio ambiente.

Por todos lados surgen voces que señalan la urgente necesidad de poner alto a la devastación ecológica y que advierten sobre las consecuencias de omitirla. Más allá de ideales románticos se trata de un asunto de sobrevivencia. Todas las actividades humanas influyen de una u otra manera en el entorno, incluida por supuesto la industria de inmobiliaria. A pesar de ello, en algunos sectores existen resistencias para asumir responsabilidades, ya sea por ignorancia, negación o intereses de todo tipo.

Los efectos de las urbanizaciones aceleradas y mal planeadas repercuten, entre otros efectos nocivos, en el calentamiento global, fenómeno que afecta  a todos los habitantes de la tierra sin distinción. Afortunadamente cada vez son más los desarrolladores responsables cuyos diseños arquitectónicos se complementan con  estrategias enfocadas a la protección de los ecosistemas que además se traduce en ahorro de costos de operación para propietarios e inquilinos.

En México se han establecido reglas en cuanto a construcción y administración de propiedades para evitar o aminorar daños ambientales. Es un tema de derechos y obligaciones que conlleva incentivos y penalidades.

Las autoridades otorgan beneficios fiscales y certificaciones para motivar a la industria de los bienes raíces a la práctica del desarrollo sustentable. Sin embargo, hay quienes se van por la libre esgrimiendo el argumento de: “más vale pedir disculpas que pedir permiso”. Otros recurren a sobornos y trampas para saltarse la ley,  por lo general estas actitudes resultan riesgosas y contraproducentes. Tomar en cuenta los aspectos jurídico-ambientales y las leyes que los regulan evita desde multas hasta clausuras o cancelación de proyectos.

Es fundamental determinar las zonas federales marítimo terrestres antes de establecer negocios habitacionales o de otro tipo en su demarcación. Una vez que se sabe cuáles predios están en esa circunspección, es necesario conocer las regulaciones ambientales que le corresponden, de lo contrario existe el riesgo de incurrir en conflictos legales.

En el caso de compra-venta de inmuebles hay un tema que es necesario revisar: los pasivos ambientales, los cuales refieran a predios contaminados que no fueron atendidos adecuadamente bajo los parámetros de remediación que señala la ley. Las penalidades se aplican directamente a los propietarios sin considerar si son o no culpables de la afectación. Por ello, resulta conveniente incluir cláusulas que definan la responsabilidad de cada una de las partes involucradas en las operaciones.

En las zonas marítimas como la Riviera Jalisco-Nayarit, la conservación de la naturaleza es un asunto vital. De ella depende en gran medida la afluencia turística. Ciertos destinos en México y el mundo que han descuidado este tema permitiendo polución en playas, devastación de flora y fauna, entre otras calamidades, sufren una grave disminución de visitantes mermando considerablemente la economía de toda la población.  A fin de generar un marco acorde con el desarrollo sustentable, los bienes raíces deben poner atención en varios puntos clave: Las emisiones invernadero, la conservación y manejo de las energías, de los recursos hidráulicos y ecosistemas, gestión de basura, por citar algunos de los más relevantes.

Si bien aún falta mucho por hacer en cuanto sustentabilidad, cada día más empresarios de la industria inmobiliaria se enfocan en crear proyectos que la favorezcan. La Riviera Nayarit es líder en nuestro país en lo relativo a conciencia ecológica inmobiliaria. Hoteles como Hard Rock Vallarta y Gran Palladium, por nombrar solo algunos, son un ejemplo de que la generación de riqueza puede caminar de la mano con la protección ambiental.

En esta región los recursos naturales representan una maravillosa ventaja  competitiva frente a otros destinos. En gran medida han sido esenciales para su prosperidad económica en lo general y en la industria inmobiliaria en particular. Para protegerlos es necesario nutrir y enraizar una sólida y comprometida cultura del cuidado ambiental, de lo contrario el panorama, ahora tan prometedor, puede revertirse.

Depende de las autoridades y la comunidad trabajando en equipo para que la Riviera siga siendo un paraíso. Sustentabilidad y plusvalía son una mancuerna indisoluble.

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