El Turismo Residenciado es un segmento en constante crecimiento y tiene una influencia significativa en la industria turística de muchos destinos alrededor del planeta.
En el artículo anterior se definieron ampliamente sus principales características. De acuerdo con las tendencias socioeconómicas nacionales e internacionales, se plantearon sus perspectivas en el presente y futuro. Vale la pena recordar que este nicho de mercado está conformado por aquellas personas que deciden residir por largos periodos de tiempo o de manera permanente en lugares distintos a sus países de origen.
En esta segunda parte profundizaremos en algunos de sus comportamientos para conocer más sobre él. Este tipo de turismo actúa bajo motivaciones en ocasiones distintas a las del turismo tradicional.
Comportamiento del Turismo Residenciado
En primera instancia, el Turismo Residenciado es más exigente que el tradicional en cuanto a las condiciones que ofrecen los destinos. Ejemplo: si la permanencia en el lugar es temporal, se puede “aceptar” que no cuente con una señal óptima para el uso de teléfonos móviles y equipos de cómputo, a cambio de esto ofrece una pródiga que compensa la falla. Por el contrario, si se va a prolongar la estancia en el destino, la conectividad se vuelve sumamente importante y es difícil dejarla pasar.
El Turismo Residenciado repasa la mayoría de los factores que determinan la calidad de vida, como la seguridad, el transporte, las carreteras, las comunicaciones, las infraestructuras y un largo etcétera. Algunos son más relevantes que otros a la hora de tomar la decisión de elegir un destino. Es el caso del cuidado del medio ambiente que, debido al calentamiento global y al aumento de la contaminación, se convirtió en uno de los “decisivos” más importantes.
Los turistas residentes prefieren un lugar cercano a su país de origen y que además cuente con buenas carreteras y medios de transporte para llegar a ellos. También buscan lugares donde exista un ambiente social agradable y tranquilo, preferentemente con comunidades de su nacionalidad. Dado que los jubilados son el colectivo más representativo del Turismo Residenciado y que disponen de mucho tiempo libre o de ocio, requieren de lugares para ocuparlo, como discotecas, museos, espacios culturales, etc. En estos lugares, además de diversión y salud, encuentran espacios de realización personal.
Es bastante difícil delimitar con precisión las acciones y comportamientos del Turismo Residenciado, porque en ocasiones son similares a los del turismo tradicional. Sin embargo, existen matices y características que permiten diferenciarlos.
En ambos casos la línea económica es decisiva. En el turismo tradicional tienes una cantidad determinada para una estancia más o menos establecida y se sabe que volverás a tu lugar de origen donde se recupera la economía, a diferencia del Turismo Residenciado, donde se traslada la economía original para adaptarla a la del destino elegido. Casi siempre el tipo de cambio monetario es muy conveniente y el dinero rinde más en el nuevo lugar de residencia. En este sentido, el precio de las viviendas tanto en venta como en alquiler, en la gran mayoría de los casos, debe ser al menos igual al del lugar de origen, aunque preferentemente menor.
Las edades marcan una diferencia relevante entre el Turismo Residenciado y el Tradicional, ya que definen los comportamientos de consumo. En la primera, aunque comienza a los treinta, el grueso de la población oscila entre los cuarenta y los ochenta. En el tradicional la gama es mucho más amplia porque abarca prácticamente todas las edades.
La gestación del Turismo Residencial pasa por un proceso más o menos establecido. Primero aparece como potencial, en segunda instancia se vuelve esporádico y, luego habitual y termina como residencial.
Como cualquier cuerpo social, este nicho de mercado evoluciona y se adapta a las condiciones socioeconómicas tanto globales como locales. Bajo esta premisa surgen nuevas formas de consumo. Uno de ellos que está en constante expansión son las residencias colectivas para jubilados. En esta modalidad, el coste del alquiler se reparte entre varias personas y además, en muchos casos, el contrato incluye la posibilidad de comprar, teniendo en cuenta el importe invertido en alquileres.
Por su número y crecimiento, el Turismo Residenciado tiene una poderosa influencia en el renglón socioeconómico, especialmente en los polos turísticos. Es importante conocerlo, especialmente para quienes mantienen una relación comercial y social con él, como es el caso de la industria inmobiliaria. En otro artículo profundizaremos en algunos de los efectos que este nicho de mercado es capaz de generar.
Por: Marc Murphy Tourism and Real Estate Consultant marc@mexicopacificlifestyle.com
