El nido de la Reina del Pop: La mansión de Madonna en el Upper East Side
En el corazón del exclusivo Upper East Side de Manhattan, a tiro de piedra de Central Park y del Museo Metropolitano de Arte, se encuentra el refugio urbano de la icónica Madonna. Un oasis de lujo y privacidad que ha sido escenario de la vida de la artista desde que lo adquiriera en 2009 por la friolera de 32 millones de dólares.
Más que una simple casa, la propiedad de la “Reina del Pop” es una amalgama de tres casas de ladrillo rojo cuidadosamente fusionadas para crear una residencia de dimensiones palaciegas. Entre sus 26 habitaciones se cuentan 14 baños y 9 chimeneas, distribuidos a lo largo de cuatro pisos que rebosan de historia y personalidad.
El vecindario en sí, la cuadra de la calle 81 entre las avenidas Tercera y Lexington, aparenta ser uno más dentro del entramado urbano neoyorquino. Un pequeño salón de manicura, una lavandería y edificios de departamentos conforman la estampa habitual, hasta que la mirada se topa con un muro de tres metros de altura coronado por una hilera de púas metálicas. Detrás de este imponente vallado se esconde el refugio de Madonna, un oasis de exclusividad que contrasta con la sencillez del entorno.
Sin embargo, la presencia de la artista no siempre ha sido bien recibida por sus vecinos, ya sea por el ruido que originan sus reuniones y fiestas o por colocar señales de “prohibido estacionar” falsas para disuadir a otros conductores a estacionarse frente a su casa.
Después del enorme éxito alcanzado en Rio de Janeiro donde logró reunir en un concierto a mas 1.6 millones de personas en la archifamosa playa de Copacabana, la cantante se refugió en su casa de Nueva York para encontrar la inspiración la energía cosmopolita que la caracteriza y continuar sus triunfales presentaciones alrededor del mundo.