A partir del 1 de febrero de 2025, la administración de Donald Trump aplicará un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México. Esta medida podría generar un fuerte impacto en el sector inmobiliario mexicano, afectando la inversión, los costos de construcción y la estabilidad económica.
Golpe al sector industrial
Las regiones manufactureras como el Bajío podrían ver reducida la inversión en naves industriales. Sectores clave como el automotriz y manufacturero podrían frenar o posponer inversiones debido a los costos adicionales. La incertidumbre comercial podría llevar a empresas a reconsiderar su presencia en México.
Aumento en los costos de construcción
El encarecimiento de materiales como acero y maquinaria podría elevar los costos de desarrollo inmobiliario. Este incremento se reflejaría en precios más altos para compradores y arrendatarios, afectando la demanda y ralentizando el crecimiento del sector.
Revisión del T-MEC: Más incertidumbre para los inversionistas
El posible ajuste del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) propuesto por Trump podría desalentar la inversión extranjera directa en bienes raíces. La percepción de mayor riesgo podría reducir el flujo de capital extranjero en el país.
Devaluación del peso: ¿Oportunidad para compradores extranjeros?
El anuncio de los aranceles de Trump ya ha debilitado al peso mexicano, superando las 20.70 unidades por dólar. Un peso más débil encarece los insumos importados y afecta la rentabilidad de proyectos inmobiliarios con financiamiento en dólares. Sin embargo, esta devaluación también podría representar una oportunidad para compradores e inversionistas estadounidenses y canadienses, quienes verían un mayor poder adquisitivo en México.
Cuando la moneda mexicana pierde valor frente al dólar, los extranjeros pueden comprar propiedades a un precio relativamente más bajo, haciendo que destinos como Puerto Vallarta, Riviera Nayarit, Los Cabos y la Riviera Maya sean aún más atractivos para inversión. Además, la rentabilidad en alquileres vacacionales y propiedades premium podría aumentar, especialmente si la economía mexicana se estabiliza y el peso recupera valor en el futuro.
Conclusión: Un mercado en alerta pero con oportunidades
Los aranceles y las políticas proteccionistas de Trump generan incertidumbre y podrían transformar el panorama inmobiliario mexicano. Desarrolladores e inversionistas deben monitorear de cerca estos cambios para tomar decisiones estratégicas y mitigar riesgos en un entorno cada vez más volátil. Al mismo tiempo, los compradores extranjeros pueden encontrar oportunidades atractivas en bienes raíces, beneficiándose de un peso más débil y un mercado con propiedades a precios competitivos.
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