La Versalles es un vecindario tradicional de Puerto Vallarta que está emergiendo como uno de los mejores lugares para vivir y visitar, en una de las zonas con más alta plusvalía de la ciudad.
Allí conviven los negocios típicos junto a otro estilo de restaurantes más refinados, cervecerías artesanales o cafeterías de autor que se han multiplicado vertiginosamente en los últimos años, con una muy buena opción gastronómica para locales y turistas.
Estos negocios han atraído a una población joven o de una onda más alternativa, que ya veía potencial en esta colonia desde hace tiempo por su relativa seguridad, buenas comunicaciones y, sobre todo, precios para vivir más bajos que en otras zonas de renombre.
Uno de los atractivos de esta colonia es que está muy cerca de todo, ya que se encuentra entre dos de las más importantes vías de la ciudad, la Francisco Medina Ascencio y la Francisco Villa, además, las áreas residenciales están próximas a tiendas y centros comerciales como Sam’s, Walmart y Costco, hospitales y escuelas.
La comunidad de la Versalles también es digna de mencionar, son vallartenses que han estado ahí “toda la vida” y otros que se asentaron en la década de los 90, cuando se construyeron los primeros edificios de apartamentos, habitados principalmente por ejecutivos de hoteles.
A lo largo de los años han surgido diferentes agrupaciones que buscan mantener la esencia del vecindario; uno de estos grupos es el colectivo La Versalles, integrado por restauranteros que comparten diversas propuestas gastronómicas de calidad con el objetivo de crear un lugar gastrocultural reconocible, fomentar el consumo local y reactivar la cadena comercial. Y hace unos días se lanzó el proyecto La Versalles Market, un nuevo espacio comercial en el que se podrá encontrar comida, bebida, arte, productos orgánicos y música, que además fomenta el emprendurismo.
Y como suele ocurrir casi siempre que una zona se pone de moda, la Versalles está experimentado un boom inmobiliario que está modificando en buena parte su esencia, para bien. A los tradicionales edificios de apartamentos se han sumado las torres de condominios de estilo moderno y minimalista, amigables con el entorno, que están siendo ocupados generalmente por profesionistas, matrimonios jóvenes con ingresos altos, sin hijos, pero con mascotas.
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