El crecimiento y desarrollo económico que se produce en algunos de los polos turísticos de nuestro país inexorablemente genera un impacto ambiental. Resulta común atestiguar cómo las manchas de asfalto van devorando la naturaleza a su paso. En los espacios en donde hace poco tiempo había un río limpio, un bosque o una playa virgen, ahora aparecen hoteles, campos de golf, desarrollos inmobiliarios y un amplio etcétera.
El problema se agudiza en los lugares cuyo atractivo principal es la riqueza de su entorno natural como es el caso de la Vallarta-Riviera Nayarit. Por fortuna, en la zona la cultura ecológica se extiende y fortalece. Tanto la mayoría de la población como las autoridades tienen conciencia de que la preservación del medio ambiente es la base del crecimiento y desarrollo socioeconómico de la región. Los resultados de medidas que se están aplicando así lo demuestran.
La diferencia de Vallarta Riviera Nayarit
Las diferencias entre Vallarta-Riviera Nayarit y otros destinos de playa en el país son numerosas y de distintos tipos. Por ejemplo, aquí la vista del mar no está totalmente obstruida por las construcciones de cemento. Esto podría parecer poco relevante, pero en realidad es un valor de suma importancia y consecuencia de un manejo adecuado de la zona costera. Por otro lado se ha logrado distribuir la carga turística por toda la zona de Bahía de Banderas, evitando así la saturación de los lugares y las consecuencias negativas para el entorno que ello pueda generar.
Desde hace tiempo en Vallarta-Riviera Nayarit se fomenta la diversificación del turismo hacia la perspectiva de practicarlo con la naturaleza como escenario. Aunque el concepto de turismo ecológico comprende diversas actividades y deportes, el avistamiento de la ballena jorobada merece una mención especial.
Es amplia la zona costera de Bahía de Banderas en donde suele presentarse la oportunidad de vivir esta increíble experiencia, desde Punta Mita y las Islas Marietas al norte, hasta Cabo corrientes al sur. En cualquiera de los trayectos marítimos, a bordo de embarcaciones turísticas, es relativamente común ver a estos colosos en su elemento. Esto sucede todos los años entre diciembre y marzo
Ver a las ballenas y sus pequeñas crías emerger sobre las aguas del mar y volver a sumergirse en una mágica danza marina, es una aventura que millones de personas, cualquiera que sea su edad y su lugar de origen, llevarán siempre impresa en su memoria y sus corazones.
Este y muchos de los atractivos que ofrece la Vallarta-Riviera Nayarit dependen del cuidado ambiental. Tal vez para los habitantes de la zona sea “normal” tener contacto cotidiano con la naturaleza en el marco de un sitio seguro, bello y amigable. Pero no cabe duda que para muchos visitantes, el estilo de vida que aquí se disfruta es todo un privilegio.
Las proyecciones de la zona a futuro auguran mayor crecimiento. Aunque la región tiene una buena calificación en el desarrollo sustentable, el equilibrio sigue siendo frágil y no se debe bajar la guardia.
El reto es que siempre exista la oportunidad de disfrutar un atardecer en el malecón, escuchando las aves que se retiran a descansar y la melodía de las olas. Deleitarse con platillos regionales cocinados con especies de la flora y fauna locales. Divertirse en un antro sin peligro de sufrir una agresión, navegar, nadar y bucear en aguas libres de contaminación. Y la lista de atractivos que hacen de la Riviera uno de los polos turísticos más importantes a nivel internacional, sería interminable.
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